A muchas de nosotras nos vendieron la idea de que sentir placer, era un tema tabú y que podría ser prohibido para una mujer en muchas culturas el acto de masturbarse, tanto así que sentimos culpa y vergüenza admitir que lo hemos hecho.

Sin embargo con las nuevas corrientes feministas y el paso de los años hemos aprendido que nuestra “yoni” escrito en sánscrito como “templo sagrado” es un lugar que acumula mucha sabiduría, placer y energía; es desde nuestra vagina que podemos empezar a replantearnos la vida.

Nuestra Yoni es un órgano capaz de hacernos sentir más que cualquier cosa en el mundo y de esta manera es la guía para abrirse a una vida llena de placer y  libertad,  es entender la vida desde otra perspectiva y es hacer las cosas sin esfuerzo, porque la vagina solo recibe lo que le gusta y con su poder uterino atrae lo que le pertenece.

Me gustaría sugerirle a las mujeres que estén  leyendo este texto, que ahora cuando tengan una decisión importante, centren su atención en su vientre, en su vagina, en esa parte que les dice si una decisión es la correcta o no lo es, porque así ustedes no tengan la respuesta, su yoni sí lo sabe, porque ella conoce muy bien lo que le da placer y lo que no.