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¿LA “REVOLUCIÓN” DE LA MODA?

abril 23, 2022

Volví, vengo a incomodar con otro tema que no puedo negar me tiene la cabeza grande y es la semana de la Revolución de la Moda, del 18 al 23 de Abril. ¿Sabe usted por qué se le llama la semana de la revolución de la moda? El día que realmente se conmemora es el 23 de Abril, ya que en el año 2013 en Bangladesh (revise su etiqueta a ver si le suena) se derrumbó en edificio del Rana Plaza; en este edificio se llevaba a cabo la manufactura de marcas como: Zara, Massimmo Dutti, Stradivarius, Bershka, etc. Todas esas marcas que usted compra con tanto orgullo. Este suceso, no sólo fue una tragedia por los accidentes, sino por la olla podrida que destapó y que aún así seguimos ignorando por ser tan conformistas con una etiqueta de un precio con un costo alto de vidas y de dignidad.

Le cuento el chisme: los trabajadores del Rana Plaza, llevaban tiempo advirtiendo a los administrativos del edificio que habían grietas en la edificación, que cada vez que estaban trabajando, estas grietas se abrían más y que el edificio sonaba raro. Pero, ¿qué pasó? los administrativos cobardes y amenazados por sus jefes sobre cumplir sí o sí con unos porcentajes de producción, ignoraron las advertencias de sus trabajadores y el 23 de Abril, cuando estaban en plena producción, ese sonido raro, esa grieta se abrió más, dejando más de 1.134  muertes e incontables heridos; de los cuales le cuento pa ver si le duele: se encontraban niños, mujeres en estado de embarazo, adultos mayores, hombres y mujeres en estado de salud crítico.

¿Ahora sí abrió los ojos? Ya que los tiene tan abiertos para las gotas, le cuento qué dijeron los administrativos. Todo fue un rollo, porque resulta que las marcas que estaban fabricando en este edificio, no tenían ningún registro público de sus producciones, sí señores, Zara, MNG, Benetton, etc. Tienen para abrir tiendas cada 2 semanas, pero no para garantizar calidad en sus producciones. Aparte, gracias a los medios y activistas de la moda, se demoró más de 2 años para que estas marcas indemnizarán a sus víctimas luego del accidente, pero, esto luego de que se presionara por meses ya que se hizo un sindicato como la Campaña de Ropa Limpia, donde por la presión por lo menos 200 de las casi mil marcas que producían dentro de este establecimiento, lo firmaron. Tan lindos ¿no?

Hoy en día, existen sindicatos que velan por crear una industria mucho más limpia y responsable como IndustriALL Global Union y UNI Global Union; que están velando para limpiar la industria en Bangladesh hasta que el mismo país tenga un departamento específico para ello, pero venga, estamos hablando de uno de los países más pobres del mundo que aún así, es de los que sostiene la industria textil, irónico ¿no? Hasta el momento se han registrado 180 marcas, pero igual faltan muchas ¿tienen miedito o qué?

Pero ¿por qué Bangladesh? no sólo por ser uno de los focos de producción, sino por su baja legislación laboral, tanto así que en el 2016 se generaron fuertes protestas por parte de muchas trabajadoras del Rana Plaza, donde buscaban hacer ruido sobre su situación, sobre las injusticias que se estaban cometiendo y haciendo un llamado internacional sobre las producciones y ¿qué pasó? cárcel; eso pasó. En diciembre del 2016 salieron más de 35 sindicalistas y trabajadores a protestar para poder lograr un aumento MÍNIMO de su salario (fun fact, no les pagan ni un dólar por prenda terminada) y esto terminó peor de lo que se pensaba, ya que terminaron con cargos criminales por protestar y si no fuera poco, sin trabajo. Esto trajo una ola de miedo entre todos los trabajadores, porque aunque quieran mejorar sus condiciones laborales, saben que es un riesgo tanto para ellas como para sus familias.

¿Ya tiene la boca abierta? ahora para que no la cierre, Bangladesh no es el único país con este tipo de contextos; también tenemos a Turquía, tenemos sectores en China, India, incluso partes en Latinoamérica, porque la mano de obra es a precio de huevo para que usted, querido lector, pueda comprar una chaqueta por una miseria.

¿Ya se le aguaron los ojos? para que vaya sacando el pañuelito, le cuento que el Rana Plaza fue un milagro para que toda la información que le estoy suministrando saliera, porque lastimosamente la industria de la moda, no es este espectáculo que todo el mundo presenta, es una industria donde la persona es lo último que importa, donde la dignidad laboral es una fantasía en el aire. El Rana Plaza, fue simplemente un recorderis como le decimos coloquialmente de lo que es la verdadera moda.

Pero venga, ¿la revolución? Que chiste de nombre a un movimiento que juran que haciendo talleres de hilado y poniendo poblaciones vulnerables a producir en marcas locales, van a hacer mucho. Cuando el problema es el consumidor.

No, no siempre el cliente tiene la razón. A veces, es un niño chiquito que hasta que no se casca, no entiende ese “NO”.  No entiende que detrás de ese “NO” hay millones de familias explotadas, expuestas a químicos y procesos mortales sólo para tenerle esa chaqueta naranja neón marca Bershka a $80mil. Entonces ¿ya entendió que no es no? O necesita de ese periodismo amarillista para darse cuenta del error que está cometiendo con respecto a su consumo.

Hay una frase que me dijo una vez un profesor y es:

“Eres lo que consumes”

¿eres explotación, contaminación, muerte, injusticia? Mientras, cierras los ojos, la boca y te limpias las lágrimas, lo invito a que esa revolución no sólo sea de un like, sea de un acto, sea una reflexión de la mierda que traes puesta.

Gabriela Fernández Caviedes

Gabriela Fernández Caviedes, es estudiante de Diseño y Gestión de la Moda de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Desde que empezó a estudiar la carrera, demostró un interés sobre la Moda Sostenible y sobre todo ¿cómo generar un modelo sostenible? Al estar dentro de la academia, pudo ver de cerca falencias sobre cómo se enseña la moda y cómo siendo estudiante y diseñadora podía cambiarlas ya que la academia le da las herramientas, pero ella misma forma su perfil profesional. Con esto, siempre ha procurado que sus colecciones tengan temas sociales, que incluyan procesos lo menos invasivos con las prendas y también apoyando siempre la industria local. Hace parte del Colectivo de Moda Sostenible “The Sustainable Model Project” donde discuten y hacen talleres y conversatorios sobre lo que es la vida y costumbres sostenibles, aquí ha podido explorar distintas alternativas de diseño y cómo las puede implementar en sus estudios y su vida profesional. Siempre ha creído que el diseñador tiene la sensibilidad de traducir movimientos sociales en siluetas, colores, patrones, estampados, etc. Pero también tiene la habilidad de crear esos movimientos a partir del diseño, a partir de sus valores y sobre cualquier cosa a partir de la responsabilidad que tienen sobre la sociedad, por eso es que siempre se pregunta “¿Qué diseñadora quieres ser?”.

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