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QUERIDO PERO, PODRIDO MEDIO

marzo 2, 2022

QUERIDO PERO, PODRIDO MEDIO

Tirar pullas siempre ha sido un gusto, ha sido una forma de decir lo que pienso y lo que he experimentado a lo largo de los años con respecto a los medios en los cuales me he movido.

Ya he tirado la pulla del abuso laboral y de la nueva esclavitud disfrazada de marca; también he tirado la pulla de cómo la moda “sostenible” es en realidad un pajazo mental para que las marcas se sientan mejor consigo mismas y una cobija de corrupción por la cual se tapan las grandes franquicias de la moda esperando que no les caiga el agua sucia. Pero, hoy la pulla le toca a un medio “tradicional”: los medios audiovisuales en Colombia.

No es secreto para nadie la historia con respecto a la regulación de horas laborales dentro del medio. La mejor fuente que puedo tener para decirles lo que les voy a decir, fue gente que estuvo dentro del proceso, que vivió el antes y el después. Todo empezó porque eran jornadas de más de 20 horas diarias; salarios que daban vergüenza (siguen dando pena) y bajo condiciones lamentables; todo para tenerles a ustedes los espectadores su novela a las 8 de la noche en punto.

¿Se han puesto a pensar a qué costo se realizan estas producciones? Les tiro un datico; Colombia es uno de los países más baratos para producir porque la paga es simplemente lamentable; pero no la de nuestros queridos actores, no, ellos por eso se ven perfectos en redes diciendo “después de un día agotador” pero es porque se acuestan con más de 10 millones en su bolsillo; cuando sus conductores, maquilladores, sus asistentes de luces, sus vestuaristas, ganan una miseria por trabajar alrededor de 15 horas si les va bien o incluso más.

La atmósfera que se respira en las producciones es densa, te das cuenta que todo el mundo está en una carrera contra todo, pero siempre hay un mismo objetivo que es “mantener a los actores bien” y ¿el resto? sigan trabajando que para eso se les paga.

Yo les pregunto ¿qué tan ridículo les suena que haya gente corriendo por la ciudad buscando un brassier específico porque es el que una actriz quiere?

Bienvenidos al ridículo mundo del espectáculo colombiano, donde se les olvidó lo que es el arte por cuestión de egos. ¿Qué pasa si volviéramos a producir por esa pasión por el arte y no por querer que tu nombre resalte más?

Lamentablemente el medio colombiano sigue igual, porque son las mismas productoras bajo los mismos ideales quienes controlan lo que se hace o no se hace. Lo más triste es que llegan plataformas titánicas como Netflix, Amazon, Fox, HBO; a producir en Colombia porque les sale bueno para el bolsillo, pero acaso estas productoras se preguntan ¿a qué costo? No.

Admiro a aquellos que se atreven a crear sus propias productoras, nuevas mentes, nuevos equipos, que poco a poco empiezan a hacerse sentir mucho más y que salen con esa expectativa de crear arte y no de llenarse los bolsillos de plata que le debería corresponder a sus equipos de trabajo. Esas pequeñas productoras que muchos pasaron por las grandes y se dieron cuenta que es casi imposible crecer en un medio donde el ego es lo primordial, donde para salvarte, debes hundir al otro, aunque sean del mismo equipo y donde te recuerdan a diario que acá no hay amigos, ni equipo, acá es una espera de quién saca el puñal primero.

Me causa gracia cuando los actores en sus historias le dan las gracias a sus equipos de producción, cuando la mitad de ellos no salen de un camerino o un motor home a ver cómo es que están trabajando. Conocí pocos que estaban pendientes de las horas laborales y preocupados por cómo se estaba produciendo; a ellos, gracias, por demostrar lo que es un profesional.

Sigamos apoyando a los medios audiovisuales, pero tal y como empezamos a exigir dentro de la industria de la moda, tener mucha más transparencia en los procesos de producción; deberíamos empezar a tener esa visión crítica con este medio. Muy buena la novela y todo, pero ¿cómo se produce? cada vez que veas una novela, pregúntate eso.

Hay una realidad entre ambas industrias y es que todos directamente o indirectamente somos consumidores de ellas, por ende, es nuestro deber como consumidor que sean más transparentes en cómo se hace, quiénes lo hacen, bajo qué costo y sobretodo ¿qué regulaciones existen detrás?

¿Qué pasaría si el televidente viviera un día de producción? pero no estos que muestran de 2 minutos con música de fondo, sino realmente lo que se vive; ¿seguiría apoyando de la misma manera? no lo creo. Pero, vuelve y juega, somos consumidores perezosos, que sólo nos importa que tenga el producto disponible, pero no importa bajo qué precio se hizo.

Pregúntate sólo por un momento: ¿vale la pena una industria donde la mano de obra es explotada y donde las regulaciones se las pasan por el mismo ojete?

Hoy mi pulla es para ti, irresponsable y cruel industria, donde no te das cuenta que tratas con personas, no máquinas. Hoy mi pulla es para ti, quien te llenas el bolsillo

de plata cochina que le corresponde a todo un EQUIPO. Hoy mi pulla es para ti, consumidor perezoso, que sigues sin desarrollar la empatía por quienes trabajan por tu entretenimiento. Hoy mi pulla es para ti, actor que te diste cuenta de los tratos y callaste, porque te pagan y te limitas a lo tuyo. Hoy mi pulla es para ti, cómplices de una industria que detrás tiene: abusos sexuales, psicológicos, laborales, maltratos, falta de empatía, regulaciones fantasmas y sobre todo una olla de las más puercas del país que sigue sin ser destapada.

Querida y podrida industria, el día llegará, donde tu olla se destape.

Gabriela Fernández Caviedes

Gabriela Fernández Caviedes, es estudiante de Diseño y Gestión de la Moda de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Desde que empezó a estudiar la carrera, demostró un interés sobre la Moda Sostenible y sobre todo ¿cómo generar un modelo sostenible? Al estar dentro de la academia, pudo ver de cerca falencias sobre cómo se enseña la moda y cómo siendo estudiante y diseñadora podía cambiarlas ya que la academia le da las herramientas, pero ella misma forma su perfil profesional. Con esto, siempre ha procurado que sus colecciones tengan temas sociales, que incluyan procesos lo menos invasivos con las prendas y también apoyando siempre la industria local. Hace parte del Colectivo de Moda Sostenible “The Sustainable Model Project” donde discuten y hacen talleres y conversatorios sobre lo que es la vida y costumbres sostenibles, aquí ha podido explorar distintas alternativas de diseño y cómo las puede implementar en sus estudios y su vida profesional. Siempre ha creído que el diseñador tiene la sensibilidad de traducir movimientos sociales en siluetas, colores, patrones, estampados, etc. Pero también tiene la habilidad de crear esos movimientos a partir del diseño, a partir de sus valores y sobre cualquier cosa a partir de la responsabilidad que tienen sobre la sociedad, por eso es que siempre se pregunta “¿Qué diseñadora quieres ser?”.

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